Estrellas rojas y grandes bulbos galácticos: cómo los agujeros negros dan forma a las galaxias
6/5/2014 de Royal Astronomical Society
Imágenes de una pequeña fracción de las galaxias analizadas en el nuevo estudio. Las galaxias están ordenadas por masa total de estrellas (creciendo de abajo a arriba) y por la proporción de las masas entre bulbo y estrellas (creciendo de izquierda a derecha). Las galaxias que aparecen más rojas tienen valores altos para ambas cantidades, lo que significa que la masa del bulbo – y del agujero negro central – determina su color. Crédito: A. Bluck.
El universo que podemos ver está formado por miles de millones de galaxias, cada una conteniendo entre cientos de miles a cientos de miles de millones de estrellas. Un gran número de galaxias tienen forma elíptica, son rojas y están compuestas principalmente por estrellas viejas. Otro tipo (más familiar) es el espiral, en el que los brazos se despliegan en un delgado disco azulado desde un bulbo central rojo. En promedio, las estrellas de las galaxias espirales tienden a ser mucho más jóvenes que las que están en elípticas.
Ahora, un grupo de astrónomos dirigido por Asa Bluck de la Universidad de Victoria en Canadá, ha encontrado una relativamente sencilla relación entre el color de una galaxia y el tamaño de su bulbo – cuanto más masivo es el bulbo, más roja es la galaxia. Por encima de una masa del bulbo determinada, las galaxias son rojas y no tienen nuevas estrellas jóvenes.
Casi todas las galaxias tienen agujeros negros supermasivos en sus centros. La masa del bulbo está relacionada con la masa del agujero negro; cuanto más masivo es el agujero negro, más energía es emitida hacia la galaxia que le rodea en forma de potentes chorros y emisión de rayos X. Esto puede producir la expulsión y el calentamiento del gas, deteniendo la formación de nuevas estrellas.