Estrellas jóvenes pintando un espectacular paisaje estelar
14/11/2013 de ESO
Astrónomos de ESO han captado la mejor imagen que se haya obtenido jamás de las extrañas nubes que rodean al cúmulo estelar NGC 3572. Esta nueva imagen muestra cómo esas nubes de gas y polvo han sido esculpidas por los vientos estelares que manan de esos grupos de jóvenes estrellas calientes, otorgándoles caprichosas formas de burbuja, arcos y extrañas figuras conocidas como trompas de elefante. Los cúmulos estelares más brillantes son mucho más pesados que el Sol y terminarán sus cortas vidas como explosiones de supernova.
La mayor parte de las estrellas no se forman solas, sino rodeadas de “hermanos y hermanas” que se crean más o menos al mismo tiempo a partir de una única nube de gas y polvo. NGC 3572, en la constelación austral de Carina (La quilla), es uno de esos cúmulos. Contiene muchas jóvenes estrellas calientes blanco-azuladas que brillan intensamente y generan potentes vientos estelares que tienden a dispersar gradualmente los restos de gas y polvo de sus alrededores. Las resplandecientes nubes de gas y los cúmulos estelares que les hacen compañía son los protagonistas de una nueva imagen obtenida por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile.
En la zona inferior de la imagen aún puede verse una gran parte de la nube molecular que dio lugar al nacimiento de estas estrellas jóvenes. La potente radiación procedente de sus llameantes hijas ha influido notablemente en la nube, ya que la radiación no solo la hace brillar con una tonalidad característica, sino que también las esculpe con formas sorprendentemente retorcidas, lo que incluye burbujas, arcos y oscuras columnas que los astrónomos denominan trompas de elefante.
Una de las extrañas formas captadas en esta imagen es la pequeña nebulosa en forma de anillo situada ligeramente encima del centro de la imagen. Los astrónomos aún no tienen muy claro el origen de esta curiosa forma. Probablemente se trate de un denso resto de la nube molecular que formó el cúmulo, tal vez una burbuja creada en torno a una estrella muy caliente y brillante. Pero algunos autores han considerado que puede ser algún tipo de nebulosa planetaria de forma peculiar — el remanente de una estrella moribunda.