Encuentran los primeros indicios de condiciones cambiantes en una supertierra
5/5/2015 de University of Cambridge
Impresión artística de la supertierra 55 Cancri e, mostrando una superficie parcialmente fundida del planeta, antes y después de posible actividad volcánica en la cara diurna. Crédito: R. Hunt.
Los astrónomos han detectado temperaturas que cambian mucho en una supertierra, constituyendo la primera vez que ha sido observada variabilidad atmosférica en un planeta rocoso fuera del Sistema Solar. Se piensa que puede ser debida a una enorme cantidad de actividad volcánica, añadiendo misterio al que ha sido apodado el “planeta diamante”.
Por primera vez un equipo de investigadores, dirigido por la Universidad de Cambridge, ha detectado variabilidad atmosférica en un planeta rocoso fuera del Sistema Solar, y ha observado un cambio casi del triple en la temperatura durante un periodo de dos años. Aunque los investigadores señalan que la causa de la variAbilidad está siendo investigada todavía, piensan que las lecturas pueden deberse a cantidades masivas de actividad volcánica en la superficie. La habilidad de mirar el interior de las atmósferas de “supertierras” rocosas y de observar las condiciones en sus superficies marca un importante hito hacia la identificación de planetas habitables fuera del Sistema Solar.
Empleando el telescopio espacial Spitzer, los investigadores observaron las emisiones térmicas procedentes del planeta, llamado 55 Cancri e (en órbita alrededor de una estrella tipo Sol situada a 40 años-luz en la constelación de Cáncer) y por primera vez han encontrado condiciones que cambian rápidamente, con temperaturas en la cara ‘diurna’ del planeta oscilando entre los 1000 y los 2700 grados Celsius.
“Es la primera vez que vemos cambios tan drásticos en la luz emitida por un exoplaneta, lo que es particularmente notable en el caso de una supertierra”, afirma el Dr. Nikku Madhusudhan. “Hasta la fecha no se ha detectado emisión térmica o actividad superficial en ninguna otra supertierra”.
Aunque las interpretaciones de los nuevos datos son todavía preliminares, los investigadores piensan que la variabilidad de la temperatura puede deberse a enormes penachos de gas y polvo que ocasionalmente cubren la superficie, que puede estar parcialmente fundida. Los penachos podrían ser causados por ritmos excepcionalmente altos de actividad volcánica, mayores de lo que se ha observado en Io, una de las lunas de Júpiter y el cuerpo más activo geológicamente hablando del Sistema Solar.