El misterio de las estrellas ausentes
21/11/2014 de ESA
Esta imagen del telescopio Hubble de NASA/ESA muestra cuatro cúmulos globulares en la galaxia enana Fornax: de izquierda a derecha son Fornax 1, Fornax 2, Fornax 3 y Fornax 5. Crédito: NASA, ESA, S. Larsen (Radboud University, the Netherlands)
Gracias al telescopio espacial Hubble de NASA/ESA algunos de los residentes cósmicos más misteriosos se han hecho todavía más sorprendentes. Nuevas observaciones de cúmulos globulares en una pequeña galaxia muestran que son muy parecidos a los que encontramos en la Vía Láctea, y por tanto, deben de haberse formado de un modo similar. Una de las principales teorías sobre cómo se forman estos cúmulos predice que los cúmulos globulares sólo deberían de encontrarse rodeados por grandes cantidades de estrellas viejas. Pero estas estrellas viejas, aunque son abundantes en la Vía Láctea, no están presentes en esta pequeña galaxia, y por tanto, el misterio se hace aún mayor.
Los cúmulos globulares – grandes esferas de estrellas que están en órbita alrededor de los centros de las galaxias aunque pueden encontrarse muy lejos de ellos – siguen siendo uno de los mayores misterios cósmicos. Al principio se pensaba que contenían una sola población de estrellas que se habían formado todas a la vez. Sin embargo, las investigaciones demostraron posteriormente que muchos de los cúmulos globulares de la Vía Láctea tenían historias de formación mucho más complejas y que están formados por al menos dos poblaciones diferentes de estrellas. Alrededor de la mitad son una generación de estrellas normales que se formaron primero, y la otra mitad conforman una segunda generación, contaminada con diferentes elementos químicos procedentes de la muerte de estrellas anteriores.
La proporción de estrellas contaminadas presente en los cúmulos globulares de la Vía Láctea es mucho mayor de lo que esperaban los astrónomos, sugiriendo que falta una gran parte de la población de la primera generación. Una explicación bastante aceptada es que los cúmulos contenían muchas más estrellas, pero una gran fracción de las estrellas de primera generación fue expulsada del cúmulo en algún momento en el pasado.
Esta explicación tiene sentido para los cúmulos globulares de la Vía Láctea, donde las estrellas expulsadas podrían fácilmente esconderse entre otras muchas estrellas similares, estrellas viejas en el halo enorme, pero las nuevas observaciones que han buscado este tipo de cúmulos en una galaxia mucho menor, la galaxia enana esferoidal Fornax, lo ponen en duda.
Las observaciones detalladas de cuatro cúmulos en Fornax muestran que también contienen una segunda población de estrellas contaminadas e indican que no sólo se formaron de modos parecidos, sino que su proceso de formación es también similar al de cúmulos en la Vía Láctea. En base al número de estrellas contaminadas de estos cúmulos, deberían de haber sido hasta diez veces más masivos en el pasado, antes de expulsar enormes cantidades de estrellas de la primera generación y reducirse a su tamaño actual. Pero, a diferencia de la Vía Láctea, la galaxia que alberga estos cúmulos no contiene suficientes estrellas viejas que den cuenta del enorme número que supuestamente salió de los cúmulos.