El cúmulo del Fénix: una mirada fresca a un extraordinario cúmulo de galaxias
1/10/2015 de Chandra
Nuevas observaciones del cúmulo del Fénix en longitudes de onda de rayos X, óptico y ultravioleta proporcionan nuevos detalles acerca de este notable sistema. Los filamentos masivos de gas y polvo que rodean las cavidades observadas en rayos X pueden jugar un papel en la formación extrema de estrellas observada en el cúmulo. Rayos X: NASA/CXC/MIT/M.McDonald et al; Óptico: NASA/STScI; Radio: TIFR/GMRT.
Los cúmulos de galaxias son a menudo descritos con superlativos. Después de todo, se trata de enormes aglomeraciones de galaxias, gas caliente y materia oscura y representan las estructuras mayores del Universo que se encuentran ligadas por la gravedad.
Los cúmulos de galaxias tienden a producir pocas estrellas nuevas en sus centros. Generalmente poseen una galaxia gigante en el centro que forma estrellas a un ritmo significativamente menor que la mayoría de las galaxias, incluyendo nuestra Vía Láctea. La galaxia central contiene un agujero negro supermasivo, unas mil veces más masivo que el que existe en el centro de nuestra galaxia. Sin recibir calor por erupciones de este aguejro negro, las copiosas cantidades de gas caliente que se encuentran en la galaxia central deberían de enfriarse, permitiendo que las estrellas se formasen. Pero se piensa que el agujero negro central actúa como un termostato, impidiendo un enfriamiento rápido del gas caliente que lo rodea e impidiendo la formación de estrellas.
Nuevos datos del cúmulo de galaxias SPT-CLJ2344-4243, apodado cúmulo del Fénix, por la constelación en la que se encuentra, desafían esta explicación. El cúmulo ha destrozado múltiples records en el pasado. En 2012 los científicos anunciaron que posee el ritmo mayor de enfriamiento del gas y de producción de estrellas observado en el centro de un cúmulo de galaxias y es el más potente productor de rayos X de todos los cúmulos conocidos.
Nuevas observaciones en longitudes de onda de rayos X, ultravioleta y óptico con los telescopios Chandra, Hubble y Clay-Magellan en Chile indican que el agujero negro central del cúmulo del Fénix está sufriendo algo así como una crisis de identidad, compartiendo propiedades con los cuásares (objetos muy brillantes alimentados por el material que cae hacia un agujero negro supermasivo) y radiogalaxias (que contienen chorros de partículas energéticas que brillan en ondas de radio y también son alimentadas por agujeros negros gigantes). La mitad de la energía emitida desde este agujero negro procede de chorros que empujan el gas de los alrededores (modo radio) y la otra mitad de la radiación en el óptico, ultravioleta y rayos X se origina en un disco de material que rodea el agujero negro y del cual se alimenta (modo cuásar). Los astrónomos sugieren que el cuásar podría estar en el proceso de cambiar entre estos dos estados.