El campo magnético del Sol durante un gran mínimo se encuentra, de hecho, en su máximo
10/5/2016 de Aalto University
Unos 80 ciclos vistos desde la superficie, es decir, más de 1000 años en tiempo solar, modelizados con una simulación por computadora. A los 20-50 años de la simulación se produce un gran mínimo simulado, que en realidad corresponde a un máximo en energía magnética. Fuente: Aalto University.
Un estudio de la Universidad de Aalto, el centro de excelencia ReSoLVE y el Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar busca explicación para los mecanismos que subyacen bajo las variaciones a largo plazo de la actividad solar. La investigación se basó en un modelo global por computadora del Sol corriendo en el ordenador más potente de Finlandia durante un periodo de seis meses.
“El Sol tiene un ciclo de 11 años que incluye, entre otras cosas, la creación y desaparición de manchas solares”, comenta Maarit Käpylä. “El Sol como tal es imposible de replicar en computadoras de hoy en día (o las del futuro cercano) debido a su fuerte turbulencia. Y de hecho no estamos afirmando que este modelo sea realmente la representación del Sol. Se trata de una construcción en 3D de varios fenómenos solares por medio de los cuales la estrella que controla nuestro tiempo meteorológico espacial puede ser comprendida mejor”, explica Käpylä.
La mayor sorpresa del estudio está relacionada con los periodos de silencio del Sol conocidos como grandes mínimos, de los cuales el Mínimo de Maunder es el mejor conocido. Se piensa que el campo magnético solar se marchita durante él y se hace tan débil que no es capaz de generar manchas solares u otro tipo de actividad.
“De hecho, el campo magnético está en su punto máximo durante el Mínimo de Maunder. Hasta ahora sólo habíamos sido capaces de examinar lo que es visible en la superficie solar, pero las simulaciones nos permiten ver debajo de la superficie. Durante el Mínimo de Maunder el campo magnético se hunde al fondo de la zona de convección y es muy intenso allí”, afirma Käpylä. La capa exterior del Sol, la zona de convección, es como una tetera hirviendo con sus burbujas en movimiento transfiriendo energía, y esto no sólo genera un campo magnético, sino que también hace que el área completa sea turbulenta.