El calor y el flujo de agua en el Marte primitivo fueron ocasionales
18/11/2014 de Brown University
Aunque ahora la superficie es fría y seca, en la historia del Marte primitivo el agua formaba un lago llenando un cráter, formando un delta y superando el borde más bajo cuando el agua fluyó hacia lugares más bajos (azul). Crédito: NASA/Mars Reconnaissance Orbiter Rendering por James Dickson, Brown University
Los muchos indicios de la presencia de antiguos ríos, torrentes y lagos dejan claro que Marte fue en algún momento suficientemente templado para que fluyera agua líquida por su superficie. Aunque esto podría conjurar imágenes de un paraíso tropical marciano, una nueva investigación publicada en Nature Geoscience arroja una jarra de agua fría sobre esa idea.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Brown y del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel, sugiere que el calor y el flujo de agua en el Marte antiguo probablemente fueron ocasionales, relacionados con breves periodos de actividad volcánica que arrojaron a la atmósfera toneladas de gas dióxido de azufre que produjo un efecto invernadero. El trabajo, que combina los efectos del vulcanismo con los modelos climáticos más recientes del Marte primitivo, sugiere que los periodos en los que las temperaturas eran suficientemente altas como para permitir que el agua corriera duraron sólo decenas o centenares de años cada vez.
Muchas formaciones geológicas apuntan a que el agua fluyó hace unos 3700 millones de años, en una época en la que se piensa que había enormes volcanes activos y se producían enormes vertidos de lava. En la Tierra, por el contrario, el vulcanismo generalizado a menudo conduce a enfriamiento y no a un calentamiento. Las partículas de ácido sulfúrico y la ceniza gruesa reflejan los rayos de Sol y pueden hacer que las temperaturas desciendan. Pero James W. Head y Itay Halevy piensan que los efecto del azufre en la polvorienta atmósfera de Marte podrían haber sido diferentes.
Para descubrirlo, los investigadores crearon un modelo de cómo el ácido sulfúrico podría reaccionar con el polvo de la atmósfera marciana. El trabajo sugiere que esas partículas de ácido sulfúrico habrían interaccionado con las partículas de polvo, lo que reduciría su habilidad para reflejar los rayos del Sol. Al mismo tiempo el gas de dióxido de azufre produciría un modesto efecto invernadero, justo lo necesario para calentar la región ecuatorial de Marte para que fluyera el agua.