Descubren ópalo en un meteorito de la Antártida
29/6/2016 de Royal Astronomical Society
Imagen tomada con un microscopio electrónico de barrido de un estrecho anillo de ópalo rodeando una inclusión metálica brillante en un meteorito encontrado en la Antártida. Los agujeros circulares de la imagen son los lugares donde se han realizado análisis con láser. Crédito: H. Downes.
Un equipo de científicos planetarios ha descubierto fragmentos de ópalo en un meteorito encontrado en la Antártida, un resultado que demuestra que los meteoritos transportaron hielo de agua a los asteroides al principio de la historia del Sistema Solar.
El ópalo, familiar en la Tierra como piedra preciosa que se utiliza en joyería, está formado por sílice (el principal componente de la arena) con hasta un 30% de agua en su estructura y todavía no ha sido identificado en la superficie de ningún asteroide. Antes de esta investigación, el ópalo sólo había sido encontrado una vez en un meteorito procedente de Marte, en forma de un puñado de cristales diminutos.
La profesora Hilary Downes y su equipo han estudiado el meteorito llamado EET 83309, un objeto compuesto por miles de fragmentos de rocas y minerales, lo que significa que procede de la superficie rota, o regolito, de un asteroide. Los resultados de otros equipos demuestran que mientras el meteorito era parte todavía del asteroide, fue expuesto a la radiación del Sol, el llamado viento solar, y de otras fuentes cósmicas. Los asteroides carecen de la protección de una atmósfera, así que la radiación golpea sus superficies todo el tiempo.
EET 83309 tiene fragmentos de muchos otros tipos de meteoritos incrustados en él, demostrando que hubo muchos impactos en la superficie del asteroide progenitor, que reunió trozos de rocas de otros lugares del Sistema Solar. Downes piensa que uno de estos impactos trajo hielo de agua a la superficie del asteroide, permitiendo la formación del ópalo.