Descubren estrellas recién nacidas en el límite de la Galaxia
2/3/2015 de Royal Astronomical Society
Imagen en negativo, tomada por el satélite WISE de NASA, del cúmulo recién descubierto Camargo 438. El cúmulo se encuentra a unos 16 000 años-luz de distancia, por lo que la imagen tiene un ancho de unos 24 años-luz. Los puntos negros de la imagen son estrellas individuales. Crédito: D. Camargo/NASA/WISE.
Un equipo de astrónomos brasileños, dirigido por Denilso Camargo de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, ha realizado un notable descubrimiento: un cúmulo de estrellas que se están formando en el propio límite de la Galaxia.
La Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, tiene la forma de una espiral barrada, con brazos de estrellas, gas y polvo que se curvan partiendo de una barra central. Vista de canto, la Galaxia parecería relativamente plana, con la mayor parte del material distribuido en un disco y en las regiones centrales. Las estrellas se forman en el interior de densas concentraciones de gas en lo que se denominan nubes moleculares gigantes, localizadas principalmente en la parte interna del disco galáctico. Como existen muchas de estas concentraciones en cada nube, la mayoría (si no todas) las estrellas nacen juntas en cúmulos.
El equipo de Denilso no sólo ha descubierto nubes moleculares gigantes a miles de años-luz por encima y por debajo del disco galáctico, sino que una de ellos contenía, inesperadamente, dos cúmulos de estrellas. Esta es la primera vez que los astrónomos han encontrado estrellas naciendo en un lugar tan remoto. Los nuevos cúmulos, llamados Camargo 438 y 439, están dentro de la nube molecular HRK 81.4-77.8. Se piensa que esta nube tiene una edad de unos 2 millones de años. Se encuentra a unos 16 000 años-luz por debajo del disco galáctico, a una distancia enorme de la regiones habituales de formación estelar.
Denilso piensa que hay dos explicaciones posibles. Una es que episodios violentos como explosiones de supernova expulsaron gas y polvo fuera del disco galáctico. El material se juntó de nuevo, formando nubes moleculares gigantes. Otra posibilidad sería que la interacción entre nuestra Galaxia y sus satélites, las galaxias conocidas como Nubes de Magallanes, podría haber perturbado el gas que se precipita hacia la Galaxia, de nuevo conduciendo a la formación de nubes moleculares gigantes.