Datos de Chandra sugieren que una colisión gigante inició un “fénix” en radio
9/9/2015 de NASA
Imagen en múltiples longitudes de onda de Abell 1033. Los rayos X observados con Chandra son mostrados en color rosa y los datos en radio tomados por el VLA tienen color verde. La imagen de fondo corresponde a observaciones en el óptico del SDSS. Un mapa de la densidad de galaxias en el cúmulo, medida a partir de los datos ópticos, se muestra en azul. Crédito: Rayos X: NASA/CXC/Univ of Hamburg/F. de Gasperin et al; Óptico: SDSS; Radio: NRAO/VLA .
Un equipo de astrónomos ha encontrado una nube de electrones apagada “regresando a la vida”, de modo muy parecido al mítico fénix, después de que dos cúmulos de galaxias chocaran. Este “radiofénix” se encuentra en Abell 1033, y se le llama así porque los electrones de alta energía emiten principalmente en frecuencias de radio. El sistema está situado a unos 1600 millones de años-luz de la Tierra.
Los cúmulos de galaxias son las mayores estructuras del Universo que se mantienen unidas por la gravedad. Consisten en cientos o incluso miles de galaxias individuales, materia oscura invisible y enormes reservas de gas caliente que brilla en luz de rayos X. Comprender cómo crecen los cúmulos es crítico para hacer el seguimiento de la evolución del Universo con el paso del tiempo.
Los astrónomos piensan que un agujero negro supermasivo cercano al centro de Abell 1033 entró en erupción en el pasado. Flujos de electrones de alta energía llenaron una región con un tamaño de cientos de miles de años-luz y produjeron una nube de brillante emisión en radio. Esta nube se apagó gradualmente durante un periodo de millones de años a medida que los electrones perdían energía y la nube se expandía.
El radiofénix apareció cuando otro cúmulo de galaxias colisionó contra el cúmulo original, enviando ondas de choque por el sistema. Estas ondas de choque, parecidas a las explosiones sónicas que producen los aviones supersónicos, atravesó la nube apagada de electrones. Las ondas de choque comprimieron la nube y proporcionaron energía a los electrones, lo que causó que la nube de nuevo brillara en radiofrecuencias.