Cómo un impacto gigante formó el cinturón del asteroide Vesta
4/11/2014 de Brown University
Una cámara de alta velocidad registró una simulación en el laboratorio de la colisión de cuerpos celestes. El análisis de la propagación de la onda de choque permite averiguar qué es lo que pudo producir los surcos como cañones alrededor del ecuador del asteroide Vesta. Fuente: Angela Stickle y Peter Schultz
Los choques de cuerpos celestes generan niveles casi inimaginables de energía. Investigadores de Brown han empleado el cañón de ultra velocidad de NASA y modelos por computadora para simular una colisión así en Vesta, el segundo objeto mayor del Cinturón de Asteroides. Su análisis de las imágenes, tomadas a millones de instantáneas por segundo, muestran cómo Vesta ha conseguido los profundos surcos que rodean su centro.
Cuando la nave espacial Dawn de NASA visitó el asteroide Vesta en 2011, demostró que los profundos surcos que rodean el ecuador del asteroide como un cinturón cósmico fueron causados probablemente por un impacto masivo contra el polo sur de Vesta. Ahora, empleando un cañón de súper alta velocidad del Centro de Investigación Ames de NASA, investigadores de la Universidad de Brown han arrojado nueva luz acerca de la violenta cadena de eventos que se produjeron en el interior de Vesta y que formaron estos canales en la superficie, algunos de los cuales son más anchos que el Gran Cañón.
“Vesta fue golpeada” dice Peter Schultz. “Todo el interior estuvo reverberando, y lo que vemos en la superficie es la manifestación de lo que ocurrió en el interior”.
La investigación sugiere que la cuenca Rheasilvia del polo sur de Vesta fue causada por un proyectil que llegó con un cierto ángulo, no derecho. Pero este golpe de lado todavía produjo una cantidad de daños casi inimaginable. El estudio muestra que, sólo segundos después de la colisión, las rocas del interior del asteroide empezaron a fracturarse y romperse por la presión. En menos de dos minutos las fallas más importantes alcanzaron la superficie, formando los profundos cañones que vemos hoy en día cerca del ecuador de Vesta, lejos del punto de impacto.