Astrónomos detectan ecos del interior de una estrella gigante roja
31/3/2011 de Universidad Católica de Lovaina / Science
Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de ondas en el interior de una estrella que viajan a tanta profundidad que alcanzan el núcleo. El descubrimiento ha sido publicado en la revista Science, y fue posible gracias a las medidas muy precisas realizadas con el telescopio espacial Kepler. Las ondas atraviesan las estrellas, de forma similar a las ondas sonoras en la Tierra, donde ya se sabe que existen, pero hasta ahora sólo se habían observado las ondas en la región exterior de las estrellas. Las ondas viajan a cientos de miles de kilómetros de profundidad, y a una cierta distancia el material estelar se torna demasiado denso para penetrarlo de modo que las ondas rebotan hacia la superficie. El equipo ahora ha encontrado de forma inesperada indicaciones de ondas que llegan hasta el centro de la estrella.
“Mirar en el núcleo de estas gigantes rojas nos enseñará exactamente qué le ocurrirá a nuestro Sol cuando envejezca”, afirma Paul Beck, un estudiante de doctorado de la Universidad de Lovaina, Bélgica. Paul, Tim Bedding de la Universidad de Sydney, y Marc-Antoine Dupret, de la Universidad de Lieja, fueron los primeros en detectar que algunas oscilaciones parecían comportarse de forma diferente, “fuera de tono”. Después de comparar las observaciones con modelos teóricos, se dieron cuenta pronto de que estaban viendo ondas que han sentido las condiciones reinantes en el corazón de la estrella.
En la superficie de la estrella las oscilaciones se manifiestan como zonas donde la temperatura cambia ligeramente, más o menos periódicamente, con el tiempo. Sobre todo, ello causa diminutas variaciones en el brillo de la estrella, y después de que la luz haya viajado durante cientos de años por el espacio vacío, estos cambios son ahora ciudadosamente registrados por el telescopio espacial Kepler de NASA.