El turbulento nacimiento de un cuásar
18/1/2016 de ESO / Astrophysical Journal Letters
Ilustración de artista de W2246-0526, una única galaxia que brilla con tanta luz infrarroja como lo harían 350 billones de soles. Es tan turbulenta que podría acabar expulsando su reserva de gas para formar estrellas entera, según nuevas observaciones con ALMA. Crédito: NRAO/AUI/NSF; Dana Berry / SkyWorks; ALMA (ESO/NAOJ/NRAO).
La galaxia más brillante que se conoce en el Universo, el cuásar W2246-0526, observada cuando el Universo tenía menos del 10% de su edad actual, es tan turbulenta que se encuentra en proceso de expulsar la totalidad de su reserva de gas de formación estelar, según nuevas observaciones realizadas con el Atacama Large Millimimeter/ submillimeter Array (ALMA).
Los cuásares son galaxias distantes con agujeros negros supermasivos muy activos en sus núcleos, que arrojan potentes chorros de partículas y radiación. La mayoría de los cuásares brillan intensamente, pero una ínfima parte de estos objetos energéticos pertenece a un grupo singular, conocido como Hot DOGs, o Hot, Dust-Obscured Galaxies, incluyendo la galaxia WISE J224607.57-052635.0, que es la galaxia más luminosa que se conoce en el Universo.
Por primera vez, un equipo de investigadores liderados por Tanio Díaz-Santos de la Universidad Diego Portales, en Santiago, Chile, ha utilizado las capacidades únicas de ALMA para escudriñar en el interior de W2246-0526, con el fin de monitorizar el movimiento de átomos ionizados de carbono entre las estrellas de la galaxia.
“Se hallaron grandes cantidades de este material interestelar en condiciones extremadamente turbulentas y dinámicas, desplazándose a través de la galaxia a una velocidad de dos millones de kilómetros por hora”, explica el autor principal, Tanio Díaz-Santos.
Los astrónomos creen que este comportamiento turbulento podría estar vinculado con el resplandor extremo de la galaxia. W2246-0526 emite tanta luz como 350 billones de soles. Esta pasmosa luminosidad es alimentada por un disco de gas que se sobrecalienta al girar en espiral hacia el agujero negro supermasivo en el núcleo de la galaxia. La luz resplandeciente del disco de acreción en el centro de este Hot DOG no escapa directamente, sino que es absorbida por una densa capa de polvo que lo rodea, la cual reemite la energía como luz infrarroja.