El Sol envía otro ‘tsunami’ a la Voyager 1
8/7/2014 JPL
Esta ilustración artística muestra la nave Voyager 1 entrando en el espacio entre las estrellas. El espacio interestelar está dominado por plasma, gas ionizado (mostrado aquí como una neblina marrón), que fue expulsado por estrellas gigantes hace millones de años. Crédito: NASA/JPL-Caltech
La nave espacial Voyager 1 de NASA ha experimentado un nuevo «tsunami» procedente del Sol mientras viaja a través del espacio interestelar. Estas ondas son las que condujeron a los científicos, en otoño de 2013, a decidir que Voyager había abandonado, efectivamente, la burbuja de nuestro Sol, entrando en una nueva frontera.
«Normalmente, el espacio interestelar es como un lago tranquilo», comenta de Ed Stone, del Instituto de Tecnología de California, científico del proyecto de la misión desde 1972. «Pero cuando nuestro Sol tiene una explosión, envía una onda de choque que alcanza a la Voyager cerca de un año más tarde. La onda hace que el plasma que rodea a la nave vibre».
Los datos de este nuevo tsunami generado por nuestro Sol confirman que Voyager se encuentra en el espacio interestelar, una región entre las estrellas lleno de una delgada sopa de partículas cargadas, también conocido como plasma. La misión no ha abandonado el Sistema Solar, pues todavía tiene que alcanzar el halo final de cometas que rodea nuestro Sol, pero ya atravesó la burbuja creada por el viento solar, llamada heliosfera, que rodea a nuestro Sol. Voyager es la sonda construida por el hombre que se encuentra más lejos de la Tierra, y la primera que haya alcanzado el enorme mar que está entre las estrellas.
Los rayos cósmicos son partículas energéticas con carga eléctrica que proceden de estrellas cercanas de la Vía Láctea. Las ondas de choque procedentes del Sol empujan estas partículas como boyas en un tsunami. Mientras, el instrumento de ondas de plasma del Voyager puede detectar oscilaciones de los electrones del plasma. «El tsunami hace vibrar al plasma como una campana», afirma Stone. «Mientras el instrumento de ondas de plasma nos permite medir la frecuencia de esta vibración, el instrumento de rayos cósmicos revela qué es lo que golpeó la campana, la onda de choque procedente del Sol».
La vibración de la ‘campana’ de plasma es lo que proporcionó datos que demostraban que la Voyager había entrado en espacio interestelar. Como el plasma más denso oscila más rápido, el equipo de investigadores pudo determinar la densidad del plasma. En 2013, gracias a otro tsunami, los investigadores obtuvieron datos que indicaban que la Voyager había estado desplazándose durante más de un año a través de un plasma que era 40 veces más denso de lo medido con anterioridad, un indicador del espacio interestelar.