El robot Curiosity encuentra nitrógeno biológicamente útil en Marte
25/3/2015 de JPL
Este autorretrato del rover Curiosity de Marte combina docenas de exposiciones tomadas por el instrumento Mars Hand Lens Imager (MAHLI) durante el día marciano, o sol, 177 desde la llegada de Curiosity a Marte (3 de febrero de 2013), más tres exposiciones tomadas durante sol 270 (10 de mayo de 2013). Crédito: NASA/JPL-Caltech/MSSS.
Un equipo de científicos ha realizado la primera detección de nitrógeno en la superficie de Marte, emitido por sedimentos marcianos al calentarlos con el instrumento Sample Analysis at Mars (SAM) del rover Curiosity de NASA.
El nitrógeno fue detectado en la forma de óxido nítrico, y podría liberarse en la rotura de nitratos durante el calentamiento. Los nitratos son una clase de moléculas que contienen nitrógeno en un modo que puede ser utilizado por organismos vivos. El descubrimiento supone un indicio más de que el Marte antiguo era habitable para la vida.
El nitrógeno es esencial para todas las formas de vida conocidas, dado que es empleado en los ladrillos de moléculas mayores como el ADN y el ARN, que codifican las instrucciones genéticas de la vida, y por las proteínas, que son empleadas para construir estructuras como pelo y uñas, y para acelerar o regular reacciones químicas.
Sin embargo, en la Tierra y en Marte el nitrógeno atmosférico está bloqueado como gas nitrógeno N2, dos átomos de nitrógeno ligados tan fuertemente que no reaccionan fácilmente con otras moléculas. Los átomos de nitrógeno han de ser separados o «fijados» para que puedan participar en las reacciones químicas necesarias para la vida. El nitrato NO3, un átomo de nitrógeno unido a tres átomos de oxígeno, es una fuente de nitrógeno fijado. Una molécula de nitrato puede unirse con varios átomos y moléculas, formando lo que se conoce como nitratos.
No existen indicios de que las moléculas de nitrógeno fijado encontradas hayan sido creadas por vida. Más bien los científicos piensan que los nitratos son antiguos y que probablemente proceden de procesos no biológicos como impactos de meteorito y rayos en el lejano pasado marciano. Pero supone un indicio más de que el antiguo ambiente del cráter Gale de Marte era habitable.