El Hubble observa de cerca la desintegración de un cometa
16/9/2016 de Hubble site
Esta imagen del telescopio espacial Hubble muestra el antiguo cometa 332P/Ikeya-Murakami desintegrándose a medida que se acerca al Sol. Crédito: NASA, ESA, y D. Jewitt (UCLA).
El telescopio espacial Hubble de NASA/ESA ha obtenido una de las observaciones más detalladas de un cometa rompiéndose a 108 millones de kilómetros de la Tierra.
En una serie de imágenes tomadas durante un periodo de tres días en enero de 2016, el Hubble reveló 25 bloques compuestos por una mezcla de hielo y polvo que ha dejado el cometa a la deriva, que se desplazan a la velocidad de un adulto caminando. Las observaciones sugieren que el cometa, llamado 332P/Ikeya-Murakami, que tiene una edad aproximada de 4500 millones de años, puede estar girando tan rápido que expulsa material de su superficie. Los escombros resultantes se hallan ahora esparcidos en una estela de 4800 kilómetros de longitud.
Estas observaciones proporcionan datos acerca del comportamiento volátil de los cometas, que empiezan a evaporarse cuando se acercan al Sol, apareciendo fuerzas dinámicas. El cometa 332P se encontraba a 240 millones de kilómetros del Sol, poco más allá de la órbita de Marte, cuando el Hubble observó su rotura.
La observación de tres días revela que fragmentos del cometa aumentan y disminuyen de brillo por la rotación de zonas con hielo en su superficie al entrar y salir de la luz solar. Sus formas también cambian, cuando se rompen. Los restos helados componen cerca de un 4 por ciento del cometa progenitor y varían en tamaño entre los 20 metros y los 61 metros. Se alejan unos de otros a una velocidad de pocos kilómetros por hora.
Los investigadores sugieren que la luz solar calentó el cometa, produciendo la erupción de chorros de gas y polvo en su superficie. Como el núcleo es tan pequeño, estos chorros actúan como motores de cohetes, acelerando el giro del cometa. Esta rotación más rápida despide fragmentos de material que quedan flotando por el espacio.