El dióxido de carbono podría producir la pérdida del agua en un planeta con tanta facilidad como el aumento de la radiación solar
16/2/2016 de Phys.org / Max Planck Institute for Meteorology (MPI-M) / Nature Communications
Ilustración de artista de la zona habitable (anillo verde) alrededor de 55 Cancri, una estrella conocida por tener un gran planeta en órbita dentro de la región donde la temperatura es adecuada para que el agua esté líquida. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
Un trío de científicos del Instituto Max Planck de Meteorología y la Universidad de Princeton ha creado una simulación por computadora que demuestra que un gran aumento en el dióxido de carbono atmosférico puede producir la pérdida del agua de un planeta con tanta facilidad como un aumento en la radiación solar.
Para hallar vida en otros planetas, los científicos espaciales buscan otros planetas que se encuentren en lo que se llama la zona habitable, donde se encuentran justo a la distancia precisa de su estrella para no estar demasiado calientes o demasiado fríos o demasiado secos. Pero ahora puede que deban tener en consideración otro factor, según sugiere esta nueva investigación: el «efecto invernadero húmedo», como lo llaman los investigadores. Esto es la pérdida de agua hacia la atmósfera y luego al espacio debido al aumento de los gases de efecto invernadero.
Los investigadores alcanzaron esta conclusión empezando con un modelo de clima global estándar de un planeta simplificado parecido a la Tierra en algunos aspectos como la distancia al Sol y el ritmo de giro, pero muy diferente en otros – la superficie completamente cubierta de agua, su órbita era perfectamente circular y su eje de rotación no estaba inclinado. Tampoco había zonas de tierra, casquetes de hielo o corrientes marinas, y el océano global sólo tenía 50 metros de profundidad.
Para observar el impacto del dióxido de carbono, los investigadores elevaron lentamente los niveles en la atmósfera y descubrieron que, una vez alcanzaba aproximadamente 1520 partes por millón, aparecían inestabilidades planetarias: el agua se evaporaba del océano hacia la atmósfera mientras las temperaturas de la superficie ascendían a 57 ºC, lo que produjo un efecto invernadero húmedo. Esto permitió que más luz ultravioleta golpeara las moléculas de agua rompiéndolas en hidrógeno y oxígeno. El oxígeno se recombinó pero el hidrógeno escapó al espacio. En el transcurso de varios millones de años virtuales, el planeta perdió toda su agua, dejando un paisaje estéril.