El descubrimiento de dos exoplanetas cercanos a un júpiter caliente arroja nueva luz sobre la formación de planetas
26/10/2015 de University of Michigan / Astrophysical Journal Letters
Ilustración que representa un júpiter caliente en órbita alrededor de su estrella nodriza. Cortesía de NASA.
Durante los últimos 20 años, los astrónomos han observado el firmamento, asombrados por un tipo de planetas llamados jupiteres calientes, preguntándose cómo se llegaron a formar unos planetas tan grandes y calientes.
Un equipo de científicos de la Universidad de Michigan, junto con otros colaboradores, han realizado un asombroso descubrimiento usando datos tomados por la misión K2: uno de estos misteriosos sistemas de jupiteres calientes, WASP-47, posee no uno sino dos compañeros cercanos, proporcionando pistas nuevas acerca de la formación de planetas y su migración. Estos compañeros son un planeta del tamaño de Neptuno, que está más lejos de la estrella que el júpiter caliente, y una supertierra, más cerca de la estrella.
Aunque durante las últimas dos décadas se han identificado unos 300 jupiteres calientes, ésta es la primera vez que se han encontrado planetas cercanos a uno de ellos. «La teoría completa de formación y migración de planetas no se comprende del todo», afirma Juliette Becker, autora principal del trabajo. «Incluso hoy en día se está haciendo mucho trabajo para comprender cómo Júpiter llegó a donde está. Así que cualquier cosa que podamos descubrir acerca de cómo migran los jupiteres calientes es útil para comprender la formación de planetas y su migración globalmente».
Los jupiteres calientes tiene este nombre porque son de gran tamaño y están compuestos por gas (como Júpiter). Están calientes por encontrarse muy cerca de su sol. Los grandes planetas gaseosos se piensa aue se forman a temperaturas muy frías. En nuestro Sistema Solar esto sería más allá del cinturón de asteroides. Sin embargo, misteriosamente estos jupiteres calientes de sistemas solares lejanos se encuentran en órbita alrededor de sus estrellas mucho más cerca que Mercurio del Sol. Esto supone un problema para los científicos, que tienen que explicar cómo han llegado hasta allí.