Descubren estrellas con ‘latidos’ en un nuevo estudio
16/11/2016 de JPL / The Astrophysical Journal
Ilustración de artista de estrellas de ‘latido’, que han sido descubiertas por el telescopio espacial Kepler de NASA y por otros. La ilustración muestra a las dos estrellas en el momento de acercamiento máximo entre ellas mientras recorren sus órbitas alargadas. La atracción gravitatoria mutua entre las dos estrellas haría que las propias estrellas tomaran una forma ligeramente alargada. Crédito: NASA/JPL-Caltech.
Los asuntos del corazón pueden ser confusos y misteriosos, y también unos objetos astronómicos poco habituales llamados estrellas de latidos.
Las estrellas de latidos, descubiertas en grandes cantidades por el telescopio espacial Kepler de NASA, son estrellas binarias (sistemas de dos estrellas en órbita una alrededor de la otra) que reciben este nombre porque al dibujar su brillo con el paso del tiempo, el resultado tiene el aspecto de un electrocardiograma, un gráfico de la actividad eléctrica del corazón. Los científicos están interesados en ellas porque se trata de sistemas binarios con órbitas elípticas alargadas. Esto les convierte en laboratorios naturales para estudiar los efectos gravitatorios de unas estrellas sobre otras.
En un sistema de latido la distancia entre las dos estrellas cambia drásticamente. Pueden acercarse tanto como unos pocos radios estelares una de la otra y alejarse tanto como 10 veces esa distancia, todo en el curso de una misma órbita. En el punto de acercamiento máximo, la atracción gravitatoria mutua de las estrellas les confiere una forma ligeramente elipsoidal, que es una de las razones por las que su luz es variable. Es el mismo tipo de fuerza de marea que produce las mareas oceánicas en la Tierra. Estudiando estrellas de latidos los astrónomos pueden conocer mejor como funciona este fenómeno en diferentes tipos de estrellas.
Las fuerzas de marea también hacen que las estrellas vibren, es decir, que sus diámetros cambien rápidamente mientras giran una alrededor de la otra. Este efecto es más apreciable en el punto de acercamiento máximo. “Puedes pensar en estas estrellas como si fueran campanas, y una vez durante cada giro orbital, cuando las estrellas alcanzan su máxima cercanía, es como si las golpearan con un martillo”, explica Avi Shporer (NASA). “Una o las dos estrellas vibran a lo largo de sus órbitas, y cuando se acercan una a la otra es como si estuvieran sonando muy fuerte”.
Shporer y su equipo han medido las órbitas de 19 sistemas de estrellas de latido. “Encontramos que las estrellas de latido de nuestra muestra tienden a ser más calientes y más grandes que el Sol”, comenta Shporer. “Pero es posible que existan otras con diferentes intervalos de temperaturas que no hayamos medido aún”. Los investigadores también postulan que algunos sistemas binarios de latido podrían tener una tercera estrella en el sistema que todavía no ha sido detectada, o incluso una cuarta estrella.