Cuando un agujero negro desgarra una estrella, una brillante llamarada lo anuncia
19/2/2014 de University of California Santa Cruz
Un nuevo estudio muestra lo que ocurre durante la destrucción de una estrella mientras cae hacia un agujero negro, contradiciendo un informe de 2012 sobre la destrucción de una exótica estrella de helio.
Enrico Ramirez-Ruiz emplea simulaciones por computadora para explorar los sucesos más violentos del universo, así que cuando se anunció la primera observación detallada de una estrella siendo despedazada por un agujero negro en 2012 (Gezari et al., Nature), estaba deseoso de comparar los datos con sus simulaciones. También era muy escéptico acerca de una de las conclusiones publicadas en el artículo: que la estrella destruida era una rara estrella de helio.
«Yo estaba seguro de que se trataba de una estrella normal de hidrógeno y que simplemente no estábamos entendiendo lo que pasaba», comenta Ramirez-Ruiz, profesor de astronomía y astrofísica de la Universidad de California en Santa Cruz.
En un nuevo artículo, Ramirez-Ruiz y sus estudiantes explican lo que ocurre durante la destrucción de una estrella normal similar al Sol por un agujero negro supermasivo, y demuestran por qué los observadores pueden no ver la presencia de hidrógeno en la estrella. James Guillochon (ahora un Einstein Fellow en Harvard University) y el estudiante Haik Manukian trabajaron con Ramirez-Ruiz corriendo una serie de simulaciones por computadora de encuentros entre estrellas y agujeros negros.
Cuando una estrella es destruida por un agujero negro supermasivo, las fuerzas de marea estiran la estrella convirtiéndola en una masa elongada antes de desgarrarla. Cuando se produce la destrucción total, la mitad de la masa de la estrella es expulsada, y la otra mitad queda ligada con trayectorias elípticas, formando eventualmente un «disco de acreción» de materia girando hacia el agujero negro. Las señales de helio proceden entonces de este disco de acreción.