Cataclismo en Meteor Crater: cristales que arrojan luz sobre la Tierra, la Luna y Marte
29/7/2016 de University of Wisconsin-Madison / Geology journal
Una nueva investigación en el Meteor Crater revela las temperaturas y presiones extremas durante el impacto que creó el cráter hace 49 000 años. Crédito: Aaron Cavoise.
En arcilla fundida extraída por exploradores hace un siglo, un equipo de investigadores ha descubierto cristales microscópicos que dan testimonio de las inimaginables presiones y temperaturas originadas cuando un asteroide formó el Meteor Crater al norte de Arizona, hace unos 49 000 años.
Los cristales, llamados circones, han soportado temperaturas de 2000 ºC o más, lo suficiente como para fundir cualquier roca de la Tierra. En la corteza de nuestro planeta tales temperaturas se producen brevemente dentro de las zonas de impacto, según Aaron Cavosie, profesor visitante en la Universidad de Wisconsin.
Los circones son cristales diminutos fenomenalmente estables que pueden persitir durante miles de millones de años y han sido utilizados para fechar antiguos impactos de asteroides. Pero el nuevo estudio arroja luz sobre un impacto más reciente, en Meteor Crater, que puede que sea la zona de impacto mejor estudiada de la Tierra. «Es fresco, joven y de fácil acceso», comenta Cavoise.
En el microscopio de electrones, los circones tiene un aspecto granular. Esto también ocurre con circones encontrados en un cráter de impacto gigante en Sudáfrica y en la Luna, «pero hasta ahora nadie ha descifrado el código para averiguar qué es lo que convirtió circones normales en miles de granos pegados entre sí», comenta Cavoise. Reuniendo varios tipos diferentes de pruebas, los investigadores han concluido que los circones han estado sometidos a una presión de al menos 300 000 atmósferas y temperaturas superiores a los 2000 ºC.
«Estos circones granulares han sido encontrados en meteoritos, de cuya historia sabemos muy poco. Ahora, cuando los encontremos en un meteorito esto nos permitirá recrear las condiciones que el meteorito experimentó de camino hacia la Tierra», afirma Cavoise. Lo mismo ocurre con rocas procedentes de Marte y de la Luna, y Cavoise ya se encuentra estudiando algunas rocas lunares traídas de vuelta por el programa Apollo.